viernes, 5 de agosto de 2011

Bern

¡Pues empiezo bien! El tren hotel "Pau Casals" va a llegar a Berna casi con 3 horas de retraso. ¡Qué bonita la hoja impresa que me informa de ésto a causa de unas obras de mejora en la infraestructura ferroviaria francesa! ¡Qué bonito obsequio el de la azafata justo al entrar en el vagón! ¿Pero por qué no informaban de ésto al comprar el billete si ya lo sabían? Pero no pasa nada. Por suerte sé que nada de todo esto volverá a pasar ni en Suiza ni en Alemania. Así que, nada más llegar a la estación central de Berna... a coger un mapa y a disfrutar del día.

Bueno, lo primero de todo es ir al baño. Y la verdad es que da gusto. Tienes que pagar un franco suizo para entrar, con su torno como en un metro, pero está reluciente. Siempre hay alguien con el uniforme impecable limpiando, indican qué habitáculos están ocupados o no con luces de colores rojo y verde en las puertas y, además, hay un aparato como un secador de manos que no es un secador sino un dispensador de esprai antivirus. Vamos, igual de aséptico que la tarde anterior en los servicios de la estación de Francia de Barcelona donde había que hacer cola ante el aseo de minusválidos porque allí, para limpiar los lavabos, se hace imprescindible bloquear la entrada. Así, de paso, ves lo bien que lo tienen los minusválidos sin jabón y sin un puñetero secador de manos que funcione o tenga papel.

Recorrido 1 – Altstadt


Mostra Bern - recorrido1 en un mapa més gran


Para mí, el Aldstadt (casco antiguo) de Berna es uno de los más bonitos cascos antiguos que existen. Ubicado en un alto de un meandro del río Aare, rodeado de grandes zonas arboladas que en algunos casos llegan a ser auténticos bosques, con sus magníficas casas porticadas de 3 plantas entre medievales y renacentistas, sus fuentes y sus torres medievales, conserva casi intacto su encanto desde la Edad Media, añadido aún más por los tranvías que lo atraviesan y las alegres terrazas de sus calles y los curiosos comercios situados tanto dentro de los porches como en las antiguas bodegas que, desde debajo de las casas, se abren paso a la calle. Va a ser muy agradable callejear por aquí.

En este recorrido, nada más salir de la estación atravieso la Bahnhofplatz(plaza de la estación) y me llego al principio de la calle Spitalgasse, justo al lado de la Heiliggeistkirche (iglesia del Espíritu Santo), lugar desde el que ya diviso una de sus fuentes medievales, la Pfeiferbrunnen(fuente del gaitero).

Salida de la estación

Vista de la Spitalgasse desde el portal de la Heiliggeistkirche

Delante de la Pfeiferbrunnen (fuente del gaitero)

Pfeiferbrunnen

Siguiendo el recorrido a través de esta calle llego a la Käfigturm (torre de la prisión). Justo antes dellegar está la Bärenplatz (plaza de los osos) donde se celebra un colorido mercado con productos de diferentes procedencias y justo aquí me topo con la parada de productos españoles.

Käfigturm (torre de la prisión)

Mercado en la Bärenplatz

Al cruzar la Käfigturm vuelve a aparecer otra fuente, en este caso la Anna-Seiler-Brunnen, ya en la calle Marktgasse. Siguiendo esta calle llegamos hacia el final a la Schützenbrunnen (fuente del tirador) y a la Zytglogge (torre del reloj) que, aunque de origen medieval (s.XIII), ha sido renovada y modificada muchas veces. Y ya en el otro lado, mirándola desde la calle Kramgasse llego a ver girar el gallo y otras figuras que se mueven a cada hora en punto con un mecanismos que funciona desde el s.XVI.

Käfigturm y Anna-Seiler-Brunnen desde la Marktgasse

Típicas casas del Altstadt con sus porches y bodegas en Marktgasse

Marktgasse con la Zytglogge (torre del reloj) al fondo

Zytglogge vista desde la Kramgasse

En la  Kramgasse, entre las fuentes Zähringerbrunnen (fuente de los Zähringer, antigua familia alemana que fundó la ciudad) y Simsonbrunnen (fuente de Sansón), se halla la casa de Einstein a la que puedo echar un vistazo por dentro.

Kramgasse mirando hacia la Zähringerbrunnen

Zähringerbrunnen

Casa de Einstein

Escritorio en la casa de Einstein

Sala de estar de la casa de Einstein

Vista de la Kramgasse desde la casa de Einstein

Empinada escalera de caracol en las casas del Altstadt

Simsonbrunnen en Kramgasse

Al final de la Kramgasse me desvío hacia la izquierda (Norte) por la Kreuzgasse hasta llegar a ver el Rathaus o Ayuntamiento y la iglesia de San Pedro y San Pablo. Después vuelvo atrás y cojo la calle de la Justicia o Gerechtigkeitsgasse como continuación de la Kramgasse, y ya desde aquí voy bajando en dirección hacia el puente Nydegbrücke para llegarme después hasta el Rosegarten. Pero esto ya es otro recorrido. En medio de la Gerechtigkeitsgasse, otra fuente, la Gerechtigkeitsbrunnen.

Rathaus o ayuntamiento en la Rathausgasse

Iglesia de San Pablo y San Pedro en Rathausgasse

Decoración helvética en la iglesia

Bodega reconvertida en tienda en Gerechtigkeitsgasse

Gerechtigkeitsbrunnen con el Rosegarten al fondo

Recorrido 2 - Rosengarten


Mostra Bern - recorrido 2 en un mapa més gran

Habiendo llegado al final de la Gerechtigkeitsgasse, y camino hacia el Nydeggbrücke veo a la izquierda la iglesia Nydeggkirche y delante el cruce después del puente que me ha de llevar hacia el Rosengarten o jardín de las rosas, después de una buena subidita hacia la izquierda. Pero vale la pena porque a medida que vas subiendo vas obteniendo una perspectiva cada vez más impresionante del bello Altstadt de Berna.

Una vez arriba ya es hora de hacer un descanso y reponer fuerzas en el restaurante que hay justo al entrar al jardín. Una buena ensalada, unos raviolis exquisitos y una buena cervecita! Y después a pasear un rato por este maravilloso jardín y a disfrutar de las vistas que se tienen desde tan alto. 

Nydeggkirche

Subida al Rosengarten

Rosengarten Restaurant

Vista del Altstadt desde el Rosengarten Restaurant

Vista del Altstadt rodeado por el río Aare desde el Rosengarten

Detalles del Rosengarten

Detalles del Rosengarten


Recorrido 3 - Parque de los osos, Englische Anlägen y museos


Mostra Bern - recorrido 3 en un mapa més gran

Bueno, ahora vuelvo sobre mis pasos hacia abajo otra vez y al lado del Nydeggbrücke ya veo el antiguo foso de los osos.

Recuerdo haber visto los osos en él en 1989. Pero ahora los han quitado de aquí y los han puesto en un espacio más amplio en la ladera del río que hay casi justo al lado, después de la oficina de turismo. Aquí los osos están en un entorno más natural y agradable, y también algo más lejos de los turistas y, por tanto, más tranquilos.


Desde lo alto de esta ladera se puede ver a la izquierda el camino que me ha de llevar al Englische Anlägen, un pequeño y romántico bosque con un laberinto de caminos y espectaculares rincones y vistas.

Pero antes he de pisar el camino superior del parque de los osos donde cada adoquín tiene grabadi el nombre de algún particular o empresa que habrá sido patrocinador de la renovación de esta zona.






Subiendo un poco ya la ladera del bosque se puede ver la silueta de la Catedral de Berna o Münster en el Altstadt al otro lado del río Aare.

Continuando la subida llegaré hasta la Helvetia Platz, desde donde se puede acceder a varios museos (el de arte moderno y contemporáneo, el suizo alpino, el de historia de Berna, el Einstein, el de historia natual, etc.).



Yo me decanto por el Museo Einstein y el de Historia de Berna, que comparten edificio.

En el Museo Einstein se pueden ver detalles biográficos, objetos y materiales que él utilizó en sus estudios y también otros característicos de su época. Pero lo que más me interesó fue una serie de animaciones que demuestran algunos aspectos de la relatividad espacio-tiempo y de cómo ésta depende del punto de vista del observador. La teoría de la relatividad es realmente muy compleja pero estas animaciones permiten hasta a un niño comprender y sorprenderse de algunas de sus ideas. También se pueden hallar detalles más técnicos de cómo se pudo comprobar su teoría.

En otra ala del edificio visito también el Museo de Historia de Berna donde, además de explicarse la historia de la ciudad, se detalla la vida de sus ciudadadanos ilustres, de entre los que me encuentro con grata sorpresa dos nombres concretos: Arnold Spychiger y Walter Gerber.

El primero porque fue el fundador de la empresa de porcelana de Langenthal, ciudad especial para mí, cuya manufactura ha sido apreciada internacionalmente y de la cual tengo algunas muestras que guardo y utilizo con mucho cariño. El segundo porque fue el que consiguió enlatar por primera vez queso fundido de manera que se pudiera conservar sin refrigeración. Y en tiempos ya más modernos la casa Gerber creó el queso Gala, uno de mis favoritos pero tan natural y con tan poca conservación que no suele salir de las fronteras helvéticas. De todas maneras yo lo consigo un par de veces al año!

Y ya desde lo más alto del museo se obtiene una magnífica vista de la Helvetia Platz y el puente Kirchenfeldbrücke que me ha de llevar hasta el Münster a la derecha, que en la foto no se ve, y luego al Palacio Federal que es el edificio que se ve más a la izquierda.


La siguiente foto muestra una fantástica vista del río Aare, con parte de la Altstadt y el Münster cruzando el Kirchenfeldbrücke a la derecha.




Pasado ya el Kirchenfeldbrücke atravieso la  Casino Platz viendo a mi derecha dos magníficos edificios: el Casino dedicado a casa de conciertos y la biblioteca universitaria y municipal. Justo después de ésta, a mano derecha, empieza la calle de la Münstergasse que seguiré hasta llegar a la Münster Platz presidida por la católica Catedral de Berna, de estilo gótico, y cuyo patrono curiosamente es San Vicente de Zaragoza.

Casino

Biblioteca universitaria y municipal
  
Münster Platz

Detalles de la Berner Münster

Detalles de la Berner Münster

Detalles de la Berner Münster

Detalles de la Berner Münster

Detalles de la Berner Münster

Detalles de la Berner Münster

Detalles de la Berner Münster


Recorrido 4 - Palacio federal y playa de Marzili


Mostra Bern - recorrido 4 en un mapa més gran

Vuelvo hasta la Casino Platz desde donde echo un último vistazo al Kirchenfeldbrücke con el edificio del Museo Einstein al fondo. Detrás están las verdes colinas y bosques que salpican los alrededores de esta bellísima ciudad.


 
Sigo hacia el oeste y en seguida me encuentro en la plaza mirador que hay frente al palacio federal o Bundes Palais. El camino transcurre al lado de edificios del gobierno y está pensado también para el uso lúdico de los ciudadanos con sus arboledas, bancos y juegos de mesa a escala humana.


Desde el mirador hay una excelente vista del barrio que me ha de llevar a la playa de Marzili. Se trata de un amplio espacio de impecable césped al lado del rio Aare, preparado para el disfrute de bañistas que pueden acceder al río desde algunos puntos preparados con escaleras para ello. Para llegar abajo hay varios caminos pero también un vagón cremallera. El trayecto es muy corto pero bastante empinado y con unas vistas muy agradables.










Paso en la playa de Marzili mis últimos minutos en Berna. Ya son las 18.00h y gracias a las horas de retraso con las que llegó mi tren esta mañana no podré visitar el Centro Paul Klee. En media hora saldrá mi tren hacia mi próximo destino: una población del cantón bernés donde viven mis padres.

Hoy toca cena tranquila en familia a base de salchichas Cervela, queso Gala y pan trenzado de mantequilla Zopf hecho por ellos. Mmmmm! Saben muy bien que estos son los productos que más me gustan de Suiza y que sólo los puedo disfrutar un par de ocasiones al año porque no se exportan.

Durante los próximos dos días estaré en familia, puesto que mis hermanos viven también en diferentes cantones de Suiza, visitando principalmente la región de Emmental y las cataratas del Rhin. Pero esto ya se merece otras entradas de éste blog.