martes, 9 de agosto de 2011

Berlin

¡Berlín! ¡Por fín! Esta es una ciudad que quería visitar desde hace mucho tiempo. Y ya estoy aquí. Llega el tren a las 7:20 de la mañana a Berlin HB, una gigantesca estación de 4 plantas, de las cuales yo llego por la inferior y los trenes "S-Bahn" de la ciudad, por ejemplo, pasan por la superior. La magnitud de la estación me impresiona, naturalmente, pero lo que más me llama la atención es la casi carencia de bancos para sentarse. Casi los puedes contar con los dedos de una mano. Y entonces viene immediatamente a la mente la evidencia. Si aquí casi no hacen falta. ¿Para qué? Los trenes suelen llegar puntuales y hay muy buenas combinaciones y la gente se baja de un tren y sube a otro en pocos minutos. Y en caso contrario, pues entras en alguno de sus bares o restaurantes a tomarte algo, pero tranquilo, que la espera no será cuestión de horas. Aún recuerdo cuando tardé 6 horas en llegar de Lleida a Barcelona porque el tren se averió en la estación de La Plana Picamoixons, a 3 km del pueblo, sin teléfono público en la estación y con un teléfono interno de Renfe. La gente no quería arriesgarse a bajar al pueblo por si el tren se volvía a poner en marcha y allí estuvimos casi 3 horas. Y ya rondábamos el año 2000 pero no había tantos móviles como ahora.

En fín, venga, la mochila a consigna, visita al baño de pago como en Berna, "Milchkaffee" si quieres café con leche, obtener un plano de la ciudad en el punto de información turística, coger la guía de viaje, reconocer el terreno de la estación y allí mismo coger el "U-Bahn" o metro de dos paradas: Bundestag y Brandenburger Tor. Pues eso, directos hacia la puerta de Brandenburgo y a empezar el recorrido del 1r día.

Recorrido 1 – Brandenburger Tor, Unter den Linden, Stadtmitte, isla de los museos, Berliner Dom y Alexanderplatz



Mostra Berlin - recorrido 1 en un mapa més gran


Al salir de la estación de metro de Brandenburger Tor, mientras voy subiendo los últimos escalones de la salida, aparece ante mí el último tramo de la avenida Unter den Linden con la Pariser Platz y la Puerta de Brandenburgo al fondo.

La Brandenburger Tor es uno de los puntos del antiguo Muro. Hacia el Oeste se extiende el parque del Tiergarten en lo que era la parte aliada y hacia el Este se extiende el barrio de Mitte con gran parte de los atractivos turísticos más destacados de la ciudad.

La foto donde aparezco está tomada hacia el Oeste y se puede observar la arboleda del principio del Tiergarten y ese "palito" minúsculo que se ve al fondo de todo es la gigantesca columna de la Victoria o Siegessäule. ¡Y el parque aún se extiende bastante más allá de ésta!

Una de las cosas que a partir de ahora será prácticamente una constante en esta ciudad son los paneles informativos, como los de la foto del cartel de Pariser Platz, donde se puede observar cómo era cada sitio antes de la guerra, justo después casi derruido, y también el estado actual en el que se ve la reconstrucción tal y como era originalmente. Es sencillamente increible y impresionante la capacidad de trabajo y sacrificio que habrá tenido el pueblo alemán para conseguirlo.

Desde la misma plaza, mirando ahora hacia el Este, nos encontramos ante la majestuosa y espaciosa avenida Unter den Linden (bajo los tilos) con sus imponentes edificios. En este punto se encuentran a la izquierda las embajadas francesa y norteamericana, y a la derecha se puede apreciar el prestigioso hotel Adlon seguido de la embajada rusa.


Me adentro en el agradabale paseo bajo los tilos y voy avanzando hasta llegar a la esquina con la Friedrichstrasse, la cual tomo hacia la derecha (Sur) para ir observando algunas de los almacenes más elegantes de la ciudad.



Mi objetivo no es comprar aquí nada, evidentemente, aunque vale la pena observar ya una constante con la que me encontraré en esta ciudad, al menos en los lugares que voy a visitar: su liempieza, su magnífica arquitectura y su tranquilidad por muy lleno de turistas que esté siempre.


Mi idea es seguir por Friedrichstrasse hasta llegar a la estación de metro de Stadtmitte, donde giraré a la izquierda (Este) para llegar enseguida, recibido por unos imponentes árboles, a la soberbia plaza de Gendarmenmarkt.



Esta amplísima plaza se distingue por ser un diáfano y plano espacio delimitado por tres soberbios edificios: 
  • La Schauspielhaus o teatro, al Oeste, conocido también como Konzerthaus, con una siempre interesante oferta de conciertos, se construyó a principios del s.XIX. En su gran escalinata se suele concentrar la gente para escuchar a los músicos callejeros que actuan antes de los conciertos.


  • La Französischer Dom o catedral francesa, al Norte, de principios del s. XVIII.

  •  La Deutscher Dom o catedral alemana, al Sur, también de principios del s. XVIII, donde se celebran exposiciones sobre la historia de Alemania.


Subiendo ahora hacia el Norte, como volviendo hacia Unter den Linden, llego pronto a ver hacia la derecha la gran cúpula verde de la Hedwigskirche, de la cual hago una visita rápida para salir a la Bebelplatz, la cual queda emmarcada a la izquierda por la sede de la Humboldt Universtät (donde, entre otros, estudiaron Hegel, Einstein y Plank) y a la derecha por el edificio de la ópera Staatsoper Unter den Linden, del cual muy poco pude ver porque estaba en obras. Ya arriba linda la plaza con el propio paseo Unter den Linden desde donde se puede ver la estatua ecuestre de Federico el Grande. De echo, todo este entorno, llamado Forum Fridericianum y el de la Gendarmenmarkt son de la misma época (principios del s.XVIII) y erigidos por Federico el Grande.

Hedwigskirche

Humboldt Universität

Estatua ecuestre de Federico el Grande en Unter den Linden vista desde la Bebelplatz

Staatsoper Unter den Linden

Justo enfrente, tan sólo cruzando Unter den Linden ya llego a la Neue Wache (nova guàrdia) en cuyo interior hay una escultura dedicada a todas las víctimas de la guerra y de la tiranía de la dictadura.  Este edificio clasicista de principios del s. XIX tiene otra particularidad que lo hace muy interesante como muestra del saber hacer y practicidad de los alemanes. Resulta que la fachada tiene un estiolo clasicista, pero no los laterales ya que no debía haber suficiente dinero en aquella época, pero ni se nota al estar bien cubiertos por unos espléndidos y frondosos castaños.

A continuación, y siguiendo Unter den Linden hacia la derecha (Este), se encuentra el Deutsches Historisches Museum y justo enfrente los palacios Prinzessinennpalais y Kronprinzenpalais, también de principios del s. XIX, mostrando todo el esplendor de esta zona, reconstruida tras la guerra. En el pacífico entorno de estos palacios se ubican algunos Bierengarten aunque ahora estaban de obras.

Mirando ahora hacia el Este, ya se ven las estatuas de mármol del Schlossbrücke o puente del palacio que cruza el rio Spree y al otro lado resaltan los magníficos perfiles de la Berliner Dom o catedral protestante de Berlín de estilo neobarroco y la Fernsehturm o torre de televisió de l'Alemània de l'Est dels finals del 60.


Una vez cruzado el puente, éste realmente lo hace sobre una de las lenguas del río Spree, ya que más adelante, pasada la catedral, cruzará su segunda lengua. El gran espacio de tierra casi triangular que queda al Norte es conocido como Die Museen Insel (la isla de los museos),  ya que alberga cinco de los museos más importantes de Berlín (Altes Museum, Neues Museum, Alte Nationalgalerie, Pergamonmuseum y Bodemuseum) creados entre principios de los s. XIX y s. XX. Sería imposible verlos todos en un sólo día y me voy a centrar en el Pergamonmuseum, pero la cola que hay para verlo ahora al mediodía me hace desisitir. Así que continuaré mi camino y volveré otra vez atrás en el que espero sea un mejor momento.

Aquí acaba Unter den Linden, justo antes de cruzar el Schlossbrücke, y desde aquí veo el Lustgarten (jardín de recreo) y el Berliner Dom que decido disfrutar más de cerca. Me encuentro aquí en otro espacio maravilloso de la ciudad. Los turistas deben pagar para entrar en el Dom y lo hacen con visita guiada desde una puerta lateral, pero como veo que hay gente a la que sí se les permite entrar por la entrada principal para asistir a algún acto religioso consigo con mi escaso alemán informar a uno de los vigilantes que quiero entrar a orar. Y así puedo entrar y disfrutar de su interior en medio de un acto sencillo que incluye poco más que unos preciosos cánticos y algunas oraciones.

Lustgarten y Berliner Dom desde el Schlossbrücke

Lustgarten y Altes Museum al fondo. El Dom quedaría a la derecha.

Centro del Lustgarten

Berliner Dom desde el centro del Lustgarten

Detalles del interior del Dom

Detalles del interior del Dom

Detalles del interior del Dom

Detalles del interior del Dom

Lustgarten desde el Altes Museum

El Dom a la izquierda del Altes Museum con la Fernsehturm al fondo




Bueno, una vez acabada la visita al Dom aprovecho una cafetería-tienda de sourvenirs que hay a su lado para reponer fuerzas. Aún queda mucho que andar, y la verdad es que me va a ir muy bien un "Apfelstrudel" calentito con su bola de helado de vainilla y otro "Milchkaffee". 



Pasado el Dom me encuentro con la segunda lengua del Spree, y el puente que he de cruzar en dirección a la Fernsehturm. Justo pasado el puente ya accedo a la derecha al parque Marx-Engels Forum y, siguiendo adelante a través de éste llego al claro con la fuente de Neptuno que me permite ver a la derecha el Rotes Rathaus o ayuntamiento rojo debido a su color, y en frente la Marienkirche (iglesia de María) con la Fernsehturm al fondo.


La Marienkirche, del siglo XIII, observa un estilo neogótico y flamígero debido a muchos cambios que ha padecido. Cabe destacar en su interior la parte que se ha podido restaurar del fresco "La danza de la muerte" que nos enseña a todos nuestra condición.

Portal neogótico flamígero de la Marienkirche

Detalles del interior de la Marienkirche

Detalles del interior de la Marienkirche

Fragmento de la "danza de la muerte"

Ya en la Fernsehturm estoy en el centro de la Alexanderplatz. Aquí tengo que hacer bastante cola para obtener un ticket para poder subir arriba de la Fernsehturm desde donde pretendo obtener una vista panorámica de la ciudad. Pero eso no es todo. Una vez tengo el ticket resulta que el número que me corresponde me indica que no tendré acceso hasta dentro de casi un par de horas!!! Ei, pero está bien organizado. Hay un servicio tanto de megafonia como de retulación luminosa que indica como avanza la cola y también un servicio para recibir un SMS en tu móbil media hora antes de tu turno. 

Así pues, aprovecho para vagar por esta amplia y alegre plaza, comer un bocado en un chiringuito turco, enterarme de cómo va el "S-Bahn" o tranvía, cogerlo hasta la estación HB, recuperar mi equipaje de la taquilla, dejarlo en el hotel Meininger de al lado y coger luego un taxi hasta otra vez la Alexanderplatz y, lo que son las cosas!, llego justo a tiempo para mi turno a la Fernsehturm y para arriba a ver la ciudad desde más de 300 metros de altura.


Alexanderplatz con el Rotes Rathaus al fondo


Vista del Rotes Rathaus y detrás la Nikolaikirche (iglesia más antigua de Berlín)

Vista de la Marienkirche, el Dom, la isla de los museos a la derecha de éste, y el paseo arbolado Unter den Linden que desemboca en el Tiergarten después de la puerta de Brandenburgo.

Vista más detallada de la isla de los museos detrás de mí. Mi próximo objetivo.


Aprovecho aquí para comentar un detalle que observé justo en la puerta exterior de la Fernsehturm. Toda la zona estaba abarrotada de turistas y todo estaba muy limpio. En la puerta había un tiarrón alemán más alto y gordo que todos los demás controlando el correcto acceso de la gente. Y gente había de todo tipo. El tío no paraba de dar instrucciones en varios idiomas para que todo fuera bien y ordenado y la mayoría así lo hacíamos. Incluso contestaba pacientemente a las dudas de aquellos turistas que se agolpaban desordenadamente de vez en cuando. No paraba de la gente que había allí. Y en todo esto va alguien que se acababa de tomar un frankfurt y no se le ocurre nada más que dejar caer la servilleta al suelo mientras desaparecía entre la multitud. ¡Madre de Dios! Con toda la naturalidad, en medio segundo, y sin dejar de dar instrucciones a diestro y siniestro, le da tiempo al grandullón de doblarse, recoger la servilleta casi antes de que cayera al suelo, la cual creo que allí mismo sólo la habíamos visto él y yo, tirarla en la papelera de al lado, y continuar con su trabajo dirigiendo a la multitud. Estoy seguro de que le hubiese gustado decirle unas cuantas palabritas al guarrete de turno pero no tenía tiempo que perder y, evidentemente, como buen alemán, no podía sufrir un papel asqueroso a su lado en el suelo.

Bueno, una vez bajado de la Fernsehturm vuelvo tras mis pasos hasta llegar a la isla de los museos y veo que la cola para el Pergamonmuseum es ahora más soportable. Es una maravilla poder pasar el resto de la tarde en este museo, con reconstrucciones de diferentes partes de la acrópolis de Pérgamo y de Babilonia. Es impresionante porque es el resultado de las excavaciones arqueológicas que hicieron durante el s. XIX y que, una vez traídas las piezas a Berlín, reconstruyeron todo lo que pudieron. Y además, el museo tuvo algún cambio de emplazamiento a medida que se iba haciendo pequeño por lo que debieron volver a moverlo todo. En las siguientes fotos se pueden ver algunos de los detalles que más me impresionaron.

Acceso al Pergamonmuseum

Reconstrucción de la parte de acceso al gran altar de Pérgamo

Maqueta del altar completo

Maqueta de la acrópolis de Pérgamo

Reconstrucción de otras partes de la acrópolis

Reconstrucción de la puerta de Ishtar de Babilonia

Maqueta del camino procesional de Babilonia y la puerta de Ishtar


Uuuufff!!!  Qué pasada! Por hoy ya está bien, salgo del museo y ya casi está anocheciendo. Así que me  vuelvo por Unter den Linden hacia la Brandenburger Tor. Un poco antes de llegar, tiempo para cenar en el Lebensart (estilo de vida): una Bockwurst Kartoffelsalat, una cerveza Lebensart Pilsner y una buena bola del fantástico helado suizo Mövenpick! Y ahora al hotel a descansar. He estado casi todo el día caminando, sacándome y poniéndome la chaqueta porque cada 10 minutos el tiempo iba cambiando (soleado, calor, nublado, viento frío, lluvia, y vuelta a empezar). Pero ha sido un día muy agradable. 




Al llegar a la habitación del hotel-hostel Meininger, justo al lado de la estación HB, me quedo gratamente sorprendio. Había pedído una habitación simple y supongo que me han alojado en una doble por que no debían tener simples cuando la pedí, pero sin ningún problema: espaciosa, cama amplia, y un baño amplíssimo que debía hacer 3 veces uno normal (en el plato de la ducha me podía haber acostado perfectamente). Y al lado mismo de la estación HB. Casi puerta con puerta. Desde mi ventana puedo ver llegar y partir trenes sin ningún ruído. Y por 63 € con un desayuno buffet incluido! Y eso que había visto muchos otros precios en otros hoteles. Realmente es recomendable alojarse en hoteles-hostel (tipo albergue) de cadenas como la Meininger. Son más baratos, dan un buen servicio, y a veces hasta te encuentras habitaciones mucho mejores de las que te esperabas.

En fin, bis Morgen!



Recorrido 2 – Reichstag, Tiergarten, Potsdamer Platz, Leipzigerstrasse, Checkpoint Charlie y Holocaust Denkmal



Mostra Berlin - recorrido 2 en un mapa més gran

Bueno, ayer fue un día bastante intenso y hoy me lo voy a tormar con un poco más de calma, principalmente porque quiero relajarme paseando por el Tiergarten (jardín de los animales). Pero todo esto vendrá un poco más adelante. Al principio aprovecho la mañana para utilizar el servicio de lavanderia del hotel, salir de éste y llevar el equipaje a la taquilla del HB.

Y ahora sí, a coger el mismo "U-bahn" de ayer pero hoy parando en la estación de Bundestag. La foto de al lado muestra algunas de las decoraciones con mensajes que se pueden ver en los accesos al metro. Ahora no recuerdo en qué estación concreta la vi de las tres únicas que utilicé. Pero me pareció muy interesante la idea de Helmut Kohl y la sencilla decoración con el resaltado de las palabras clave.

"Mantengo mi objetivo si la hora de la historia lo permite: la unidad de nuestra nación."


Nada más salir del metro ya estoy en Paul Löbe Allee (Allee significa avenida) que está pegada a la Platz der Republik, una extensa planície de césped ante el impresionante Reichstag o parlamento alemán, donde la gente disfruta paseando o tumbándose, como yo. El edificio del parlamento ha pasado por muchas restauraciones y muchos arquitectos han dejado su huella en algunas partes después de la reconstrucciones tras la guerra y la reunificación, como por ejemplo la cúpula de vídrio de Norman Foster para suplir la original que quedó destruida.


Atravesando la Platz der Republik hacia el Sur (a la derecha en la foto anterior), se pasa directamente al Tiergarten. O mejor dicho, la propia Platz der Republik es una de la muchas partes que forman el Tiergarten. Este jardín, con más de 200 hectáreas, es el segundo más grande de Berlín pero creo que el más transitado por los berlineses para su esparcimiento. Contiene una gran cantidad de caminos para recorrer andando o en bicicleta, zonas de prados, bosques, flores, estancos, etc. Se le llama jardín de los animales porque en tiempos de la aristrocracia prusiana se usaba como coto de caza de jabalíes y ciervos.

Siguiendo hacia el sur llego a ver el Sowjetisches Ehrenmal o memorial soviético donde reposan soldados rusos que murieron en la guerra y, aunque cuando se dividió la ciudad, el Tiergarten quedó en la zona aliada, este memorial se respetó y actualmente el estado alemán lo cuida como cualquier otra parte del jardín.

Aquí ya estamos en la calle del 17 de Junio que atraviesa todo el jardin de Este a Oeste y casi en medio contienene la plaza Grosser Stern (gran estrella) con la gigantesca columna de la Victoria o Siegessäule.

Me voy paseando y relajando por algunos de los diferentes espacios de este jardín hasta llegar a unos 700 metros de la Grosser Stern donde encuentro el camino que, a través del parque, me llevará hasta mi siguiente objetivo: la Potsdamer Platz.

Vista del memorial soviético desde "Strasse des 17 Juni" (hacia el Este) con la Brandenburger Tor y la Fernsehturm al fondo

Vista de la Grosse Stern con la Siegessäule desde "Strasse des 17 Juni" (hacia el Oeste)

Diferentes espacios del Tiergarten

Diferentes espacios del Tiergarten

1,2 Km para llegar a la Postdamer Platz por entre el Tiergarten

Plafón informativo del Tiergarten

Camino hacia la Postdamer Platz por el Tiergarten


La entrada a la Potsdamer Platz desde el Sureste del Tiergarten se hace a través del Forum, una impresionante plaza con modernísimos edificios de diferentes arquitectos de referencia mundial integrados bajo una estructura de cúpula acristalada, que una vez atravesada nos lleva a algunos singulares rascacielos junto la estación de Potsdamer Platz. En los edificios del Forum se concentran muchas tiendas, oficinas, restaurantes, bares, centros de recreo, etc. Justo aquí, en la cervecería Lindenbräu, decido parar a comer: Schweineschnitzel mit frischen Rahmpfifferlingen und Kartoffelrösti (escalopa de carne de cerdo con verduras rebozadas a la crema y patatas doradas) además de la primera cerveza, que elaboran allí msimo, del tipo "Weissbier" (de trigo) que pruebo. He de reconocer que tiene un sabor interesante, con más cuerpo y un deje agrio, pero sigo prefiriendo las de cebada.

Forum de la Potsdamer Platz

Detalles arquitectónicos del Forum

Cervecería Lindenbräu

Detalles de edificios y la cúpula del Forum

Edificios de la Potsdamer Platz exteriores al Forum

Edificios y estación de la Potsdamer Platz


Desde la estación de Potsdamer Platz continuo luego por la Leipziger Strasse hacia el Este hasta el museo de las comunicaciones de Berlín para ver algunas curiosidades históricas de la radio, televisión y informática.

Luego, en el cruce con la Friedrichstrasse, tomo esta calle hacia abajo (Sur) hasta llegar al Checkpoint Charlie, que era el único punto de paso del muro. Aquí sigo un trozo hacia el Oeste por la Niederkirchnerstrasse, por la que pasaba el muro y ahora han dejado alguna señal pintada o adoquinada, algun trozo y algun monumento intepretativo al aire libre.

Checkpoint Charlie - acceso a la zona aliada

Checkpoint Charlie - acceso a la zona ocupada

Museo de Trabants

Trabant de la policía del Este

Línea de adoquines en Niederkirchnerstrasse por donde pasaba el muro y trozo de muro al final del cruce

Trozo de muro en Niederkirchnerstrasse con espacio informativo


Al final de la Niederkirchnerstrasse se hace visible otra vez la Potsdamer Platz y sigo hacia arriba (Norte) por la calle Eberstrasse que comunica la Potsdamer Platz con la Brandenburger Tor, donde antes de llegar aparece el Holocaust Denkmal o monumento al Holocausto, último sitio que podré ya visitar de Berlín y que impresiona tanto verlo desde cualquier ángulo de la grandiosísima plaza que ocupa como pasear por entre sus diferentes bloques de hormigón.

Eberstrasse - acceso al monumento al Holocausto (al fondo a la izquierda se ve la cúpula del Reichstag)







Bueno, y ya está. Se acabó esta visita relámpago pero muy intensa a Berlín. Me ha quedado un regusto magnífico y muchísimas ganas de volver, pero ya para estar más tiempo y disfrutarla a un ritmo más lento. Lo que he visto ha sido impresionante y muy importante, pero es tan sólo una pequeña parte de esta gran ciudad. Cojo el "U-Bahn" en Brandenburger Tor de vuelta a la estación HB, donde ceno un típico frankfurt al curry en uno de sus chiringuitos, recojo el equipaje de la taquilla y me monto en el tren hotel que sale puntualmente a las 21:14h con destino a Múnic. Me espera otra fantástica noche de butaca sin mucho dormir pero con mucho entusiasmo.